B U E N O S D I A S
Un “huracán” llamado AMLO arrasó este domingo con todos los vestigios priistas en el país. Solo en Guanajuato, dejó un pequeño reducto al PAN; de ahí en adelante, todo el país se vistió de morado, impulsado por un personaje que ahora está en la boca de todos: Andrés Manuel López Obrador, que no sorprendió con su triunfo porque desde hace mucho tiempo, desde antes de que empezaran las campañas políticas, era el amplio favorito de los mexicanos, pero no lo querían creer, como dice Lazaro Beltrán.
López Obrador siempre fue puntero en todas las encuestas y sondeos de opinión; sin embargo, conociendo las viejas mañas de un obsoleto partido que esta vez fue desfondado sin piedad, existían dudas entre los mexicanos. De todo eran capaces los priistas, menos de reconocer, como esta vez, su anticipada derrota apenas en cuanto se abrió el PREP, como lo hizo José Antonio Meade Kuribreña a quien habrá de reconocer su honestidad y honradez política durante un emocionado mensaje que caló hasta los huesos a los más insensibles miembros del parque jurásico priísta y sus retoños, responsables de esta debacle.
El tabasqueño impulsado por el partido que el mismo fundó, Morena, en coalición con el Partido del Trabajo y el Partido Encuentro social, consiguió el 53 por ciento de los votos de los mexicanos, suficientes para vencer a José Antonio Meade y Ricardo Añaya juntos, poniéndoles de pilón al “Bronco”, Jaime Rodríguez. Nunca antes, un solo candidato había sido capaz de vencer a todos sus adversarios juntos como en esta ocasión lo hizo Andrés Manuel López Obrador, que llegará como presidente de México con un enorme poder, casi omnímodo.
Las elecciones del domingo pasado en México, aparte del indiscutible y arrollador triunfo de Andrés Manuel López Obrador, dejaron una lectura que ojalá los gobernantes no olviden pronto: el poder del pueblo es el que manda por sobre todas las cosas.
En esta ocasión el pueblo de México estaba harto a mas no poder, asqueado de tanta podredumbre que se ha alimentado del actual gobierno por la inseguridad en que vivimos, la impunidad, la corrupción, la simulación, el engaño, el cinismo de la casta gobernante para enriquecerse a costilla de los más pobres que esta vez explotaron y dijeron ¡¡ya basta!!, optando por darles la espalda y apoyar al dos veces fallido candidato presidencial.
Ante tan estrepitosa derrota del partido tricolor, de inmediato el parque jurásico priista responsabilizó de la debacle al presidente Enrique Peña Nieto que como jefe máximo, abrió los candados de los estatutos priistas terminando por imponer a jóvenes inexpertos como candidatos en varios estados de la república y al propio José Antonio Meade, dejando el partido en manos de “juppies” que hablando se querían comer el mundo pero que en la práctica resultaron unos soberanos fracasos como se vio con Enrique Ochoa Reza en la dirigencia nacional y Aurelio Nuño como coordinador de la campaña priista y otros jóvenes que de la noche a la mañana se hicieron expertos revolucionarios, cerrándoles la puerta a la verdadera dirigencia, la que mañosa y todo, pero tenían su experiencia y el conocimiento de las artes de hacer política, que hoy andan dándose contra los palos y echando culpas al actual gobierno.
El efecto AMLO repercutió en todos los estados y Sinaloa no fue la excepción donde se registró la más triste historia priista; de 18 presidencias municipales, que en su mayoría se pintan de manera tricolor, solo alcanzar a rescatar ocho y siete –las más importante, por su dimensión y economicamente hablando, fueron a parar a Morena; 18 de las 24 diputaciones locales, serán para la misma coalición que apoyó a AMLO y las siete diputaciones federales, también fueron ganadas por Morena.
Algo inaudito. Insólito e increíble.
Algo que aún no alcanzan a digerir muchos priistas, sobre todos los que buscaban puestos de elección popular y tenían la certeza de ganar, entre ellos los alcaldes con licencia de Ahome, Alvardo Ruelas; de Guasave, Diana Armenta; de Culiacán, Jesús Valdez y de Mazatlán, Fernando Pucheta, ni más ni menos la espina dorsal de Sinaloa.
Esos cuatro municipios, sumados los de Choix, Navolato y Escuinapa, serán gobernador por Morena, la coalición que armó Andrés Manuel López Obrador, integrada además por el PT y el PES
Lo peor del caso es que muchos de los nuevos alcaldes que entrarán en funciones el primero de noviembre del presente año, ni siquiera hicieron campaña, concretándose a discretas reuniones con los vecinos porque no tuvieron presupuesto o porque no tenían mucha confianza en que pudieran ganar. El efecto AMLO, empero, los arropó y los llevó hasta donde ahora se encuentran, a punto de convertirse en las principales autoridades de sus respectivos municipios.
En el caso de los candidatos priistas a diputados federales también son para Ripley. Ninguno de los siete pudo levantar el brazo el domingo por la noche o el lunes por la mañana. Figurones que se creían como Aaron Rivas, Juan Ernesto Millán, Pepe Menchaca, Rubén Felix Hays, Mayra Peñuelas, Irma Tirado y Maru Medina fueron derrotados por sus adversarios impulsados por la coalición Juntos Haremos Historia.
Lo mismo les ocurrió a Mario Zamora y Rosa Elena Millán, que realizaron una buena campaña para senadores pero no les alcanzó. La misma suerte corrió Héctor Melesio y Silvia Treviño del Partido Sinaloense en coalición con el PAN, PRD y MC Y EL “Independiente#” Manuel Clouthier. Todos fueron derrotados por Rubén Rocha Moya que hizo una discreta campaña por el estado pero fue arropado por ese tsumani que llegó del sureste del país.
Ahome, Guasave y Culiacán, son los municipios que mayormente llaman la atención, sobre todo los dos últimos que se llamaban así mismo la joya de la corona del priismo de Sinaloa.
En Ahome desde un principio se pronosticó la derrota de Alavaro Ruelas por el hartazgo de la gente de querer darles más de lo mismo por el mismo precio. Su relación con el grupo del exgobernador, Mario López Valdez le acarreo graves problemas, pero nunca advirtieron el peso de las huestes morenistas del norte de Sinaloa.
En Guasave, nadie pensaba que Diana Armenta iba a perder. Había confianza de más y minimizaron a Aurelia Leal a quien nunca le vieron los ovarios suficientes para ganar y ahora está a punto de convertirse en la segunda mujer que llega a la presidencia municipal de Guasave; todo es cuestión de fechas, de tiempo, porque los votos los tuvo de sobra.
Aquí también hubo otro efecto en la elección para presidente municipal: el pésimo relevo que está haciendo en la presidencia municipal Víctor Espinoza, a quien Diana Armenta dejó cuidando la puerta mientras regresaba.
Espinoza Bojórquez muy proclive a que le endulcen el oído se rodeó de un grupo de expertos en los halagos que a tarde y a mañana le susurran al oído cosas que el presidente municipal sustituto quiere escuchar, olvidándose de trabajar de tal forma que a casi a diario vemos en la agenda de la presidencia municipal que “tendrá agenda privada”.
La parálisis que se observa en la presidencia municipal y la actitud anti votos de varios funcionarios de primer nivel, influyeron para que los votantes guasavenses le dieran la espalda a Diana Armenta en esa fecha crucial en sus aspiraciones reeleccionista. Ahora tendrá que irse a la banca por un buen tiempo, mientras la rescatan del gobierno del estado donde tiene buenas relaciones con Quirino Ordaz.
El problema es donde en donde va a meter el gobernador del estado a tanto perdedor de la pasada contienda electoral del pasado domingo, porque todos son sus amigos y para eso los mandó de candidatos para que siguieran en el barco junto con él los próximos tres años.
Por lo pronto, ahí están, calentando el pino.
Mientras, aquí en Guasave regidores de oposición al actual gobierno ya le están exigiendo al presidente municipal Víctor Espinoza que dé de baja a los funcionarios municipales y trabajadores de confianza que pidieron permisos para irse a campaña a apoyar a la candidata priista Diana Armenta, manteniendo un ahorro en la nómina de más de un millón de pesos mensuales. Durante los 45 días que duró la jornada preelectoral, el Ayuntamiento se Guasave se ahorró un millón 700 mil pesos de sueldos de trabajadores que pidieron permiso.
El mejor argumento que esgrimen regidores de oposición es que si se pudo “trabajar” durante estos 45 días sin estos funcionarios y empleados de confianza, bien pueden hacerlo por lo que resta de la administración municipal.
En declaraciones a los medios de comunicación el alcalde prometió valorar esta petición hecha a través de Noé Molina, pero hoy por la tarde ya vimos que el primero en reintegrarse a su chamba fue René Figueroa como coordinador del área de comunicación.
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