La atención integral para las familias desplazadas está garantizada, por instrucciones precisas del Gobernador, Quirino Ordaz Coppel, para que en sus comunidades de origen puedan escribir una nueva historia de progreso.
El secretario de Desarrollo Social, Raúl Carrillo Castaños expresó que durante recorrido por 10 comunidades de Concordia y dos en San Ignacio el pasado miércoles, se pudieron recopilar las peticiones más sentidas de la población, entre las que se encuentran la generación de empleos, cobertura en salud, educación y mejores oportunidades en sus localidades, muestra de que ya están asentados en los poblados.
Informó que más del 80 por ciento de la población ya se encuentra de vuelta en sus hogares, en tanto que de acuerdo a datos de los ayuntamientos, 362 concordenses aún no regresan a sus comunidades de origen, mientras que en San Ignacio son 93 personas las que están en esta condición.
Precisó que gracias a la información recopilada en la gira, se comenzará a mejorar la infraestructura educativa en los planteles, se gestionará la presencia de maestros y médicos donde así se requiera, así como la implementación de proyectos productivos para que la población vulnerable pueda iniciar una microempresa.
De forma paralela, se está valorando con dependencias federales como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y SEMARNAT, programas de Empleo Temporal para la rehabilitación de caminos, instalación de huertos comunitarios, apiarios y la construcción de estufas ecológicas.
Como parte de la estrategia de atención a este sector vulnerable, informó que hoy inició un censo en Salvador Alvarado, para iniciar con la localización de mil 423 personas que en 2012 abandonaron sus hogares en Choix y Sinaloa, para evaluar su condición y brindarles los apoyos necesarios.
Carrillo Castaños puntualizó que adicionalmente a estas acciones, que buscan llevar calidad de vida a sus habitantes, se está trabajando intensamente con los municipios para la instalación de 50 comedores comunitarios que abrirán sus puertas antes de que finalice marzo, a fin de que puedan servir alimentos sanos, variados y suficientes de lunes a viernes, a un costo de cero a 10 pesos.