Los voceros de José Antonio Meade Kuribreña y Margarita Zavala revelaron que existe una corriente empresarial que busca que éstos declinen a favor del panista Ricardo Anaya con el propósito de que Andrés Manuel López Obrador no llegue a la presidencia de México.
De acuerdo con politólogos consultados por SinEmbargo, no hay mucho por hacer para evitar un triunfo de López Obrador en la Presidencia a dos meses de la elección.
Los académicos entrevistados explicaron que lo que no se logre por medio del voto corporativo [el que está dirigido por las cúpulas de los partidos políticos], tampoco se logrará con el voto útil [el del sufragio movilizado para evitar que un candidato indeseado llegue a un determinado puesto], que sólo es determinante en elecciones cerradas.
Ciudad de México, 1 de mayo (SinEmbargo).– Los voceros de las campaña del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de la candidata independiente Margarita Zavala, reconocieron que existe una fuerte presión de una parte del sector empresarial para que declinen en favor del panista Ricardo Anaya Cortés.
En entrevista paraGrupo Fórmula,Javier Lozano, vocero de la campaña de Meade, dio a conocer la existencia de una campaña en el sector empresarial para que Meade y Margarita Zavala dejen el camino libre a Ricardo Anaya con tal que el candidato de la coalición “Juntos haremos historia”, Andrés Manuel López Obrador, no llegue a la Presidencia.
López Obrador ha acusado que un grupo de empresarios encabezados por Claudio X. González Laporte, ex presidente del Consejo Mexicano de Negocios, y Roberto Hernández Ramírez, presidente honorario del consejo de administración del Grupo Financiero Banamex, de conspirar para robarle la elección presidencial. Claudio X. González abiertamente se ha declarado contra el candidato de izquierda.
También ha dicho que todos los votos reunidos de sus opositores ya no lo detienen, algo en lo que coinciden los analistas y algo que, también, revela el consolidado de encuestas de Bloomberg y otros ejercicios demoscópicos.
“Se percibe que en el sector empresarial hay una campaña para que José Antonio Meade y Margarita Zavala le dejen el camino libre a Ricardo Anaya. Por ahí no es el camino y esas presiones no vienen al caso”, reveló hoy Lozano. El ex Senador aseguró que el voto útil no es la ruta que usará su partido, pues considera que el ex presidente del PAN es “incongruente”.
“Lo hemos dejado claro: no puede haber voto útil para un inútil. Ricardo Anaya es incongruente, no tiene experiencia de gobierno y no es una persona honorable: ¿cómo puede hacer un llamado al priismo cuando se dedica a atacarlos todo el día?”, dijo.
Por su parte, Jorge Camacho contestó a la pregunta expresa del periodista Ciro Gómez Leyva de si en su campaña han sentido presión del sector empresarial para que decline por Ricardo Anaya. El vocero confirmó dicha versión.
“No tengo nombres, pero sí hay empresarios que buscan que se fortalezca una sola opción contra López Obrador; no es momento de pedir el voto útil”, dijo Camacho.
La ventaja de casi 20 puntos en las encuestas de López Obrador no cede a dos meses de la elección, situación que ha provocado el descontento de los empresarios, sector duramente criticado por el tabasqueño. Las especulaciones sobre un supuesto vínculo entre Ricardo Anaya y José Antonio Meade surgieron este fin de semana cuando se divulgó el fragmento de un video de una reunión que tuvo el panista Anaya con empresarios en Citibanamex.
En la grabación del foro a puertas cerradas, Anaya dijo que estaba “absolutamente abierto” de agregar a alguien a su campaña que lo ayude a vencer a López Obrador y no descartó trabajar con el PRI en el tema.
Ayer se retractó, pero la idea sobre qué pasaría si los candidatos del segundo y tercer lugar se unen para intentar alcanzarlo sigue en la mente del sector empresarial, como lo confirmaron hoy los voceros del PRI y Margarita Zavala.
De acuerdo con politólogos consultados porSinEmbargo, no hay mucho por hacer para evitar un triunfo de López Obrador en la Presidencia a dos meses de la elección.
Los académicos entrevistados explicaron que lo que no se logre por medio del voto corporativo [el que está dirigido por las cúpulas de los partidos políticos], tampoco se logrará con el voto útil [el del sufragio movilizado para evitar que un candidato indeseado llegue a un determinado puesto], que sólo es determinante en elecciones cerradas.
Un análisis deBloombergrefiere que una simple mirada a la matemática impediría la posibilidad de que una alianza entre el primer y tercer lugar derrotara a AMLO.
López Obrador tiene un 46.6 por ciento de apoyo en el Barómetro Electoral Bloomberg más reciente. Anaya y Meade tienen un 46.5 por ciento combinado.
“De cualquier forma una posible alianza se enfrenta al desafío obvio de que, en política, dos más dos no son necesariamente cuatro. El partido de Meade es enormemente impopular. Entonces, si los votantes consideran que una alianza PAN-PRI le brinda al partido gobernante la oportunidad de mantenerse en el poder, existe la posibilidad de que retiren su apoyo”, mencionó Bloomberg.
LA GUERRA SUCIA
La semana pasada se ha intensificado lo que el candidato López Obrador califica como “guerra sucia” en su contra.
Se lanzó, por ejemplo, la iniciativa empresarial del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) “Construyamos un mejor futuro”, que advierte que “un país no se construye mágicamente”; apareció, también un spot del PRI donde un trabajador oficinista dice tener miedo porque “las empresas extranjeras van a retirar la inversión en México, si gana el Peje”.
Además, al menos en la Ciudad de México, circulan camiones de transporte público con el anuncio de la serie “Populismo en América Latina” y se destaca el rostro de Andrés Manuel López Obrador; usuarios de redes sociales han denunciado llamadas telefónicas donde se les quiere convencer de no votar con AMLO con un discurso de miedo; se ha reportado la aparición de volantes, donde se dice que el candidato de Morena sacará a los sacerdotes de sus iglesias, y también trabajadores del Gobierno de la capital del país denunciaron que fueron enviados, bajo presión y amenazas de perder sus empleos, a protestar contra López Obrador en el primer debate presidencial.