Cuen y Rubén: ¿Ruptura Explosiva?
Ernesto Alonso López
En medio de una intensa lucha política, la relación entre Héctor Melesio Cuén Ojeda y Rubén Rocha Moya ha alcanzado un punto de quiebre. Los titulares recientes revelan una serie de desencuentros y acusaciones mutuas que han sacudido el escenario político de Sinaloa.
Cuén, líder del Partido Sinaloense (PAS), ha dejado claro su apoyo exclusivo a Adán Augusto López Hernández, lo que ha generado tensiones dentro de la coalición que llevó a Rocha Moya a la gubernatura. «No sé si somos amigos, pero juntos logramos que Rocha hoy sea gobernador», expresó Cuén Ojeda, evidenciando la afinidad entre ambos.
Rocha Moya ha negado cualquier tipo de persecución política hacia Cuén Ojeda, pero las noticias insisten en un golpeteo que fortalece al PAS, dice una legisladora. Además, se han filtrado confidencias de campaña entre Rocha y Cuén, lo que ha generado especulaciones sobre los verdaderos motivos detrás de este desencuentro.
El error de Rocha al romper con Cuén, advierten analistas, ha sido duramente criticado. Múltiples voces del PRIAN corroboran que el líder del PAS condicionó a Morena para que Rocha Moya fuera el candidato a gobernador, y ahora se ven los resultados de esa relación. Además, la resistencia política de Cuén Ojeda en medio de los ataques, dijo, también ha sido resaltada, dejando en claro que no se rendirá.
La situación ha llegado al punto en que Rocha Moya ha solicitado una investigación contra Cuén. Según Rubén, existen supuestos elementos suficientes para ello. Las acusaciones han avivado aún más el fuego de la discordia, generando un ambiente tenso y polarizado.
En Sinaloa, la incertidumbre campea, la pobreza aumenta, los niños se mueren de hambre y no cesa la carestia mientras El Tapado de Rocha se ríe en su oficina de Vice Gobernador y el vufon griego salta y brinca en la Cámara para mantener el control y la estabilidad del caos en medio de una situación cada vez más complicada.
¿Qué sigue? Una de tres: Polarización política y debilitamiento gubernamental.
Dos: Negociación y reconciliación. Tres: Fragmentación y reconfiguración de la dinámica grupúscula de la política chicharronera en tiempos de la 4T.