Luis Donaldo Colosio, el frustrado candidato presidencial delPRIde 1994, está presente en las campañas 2018. No solo es referente dentro del partido en que hizo su carrera política y que lo postuló al cargo más alto; para cualquier aspirante su discurso y su figura tiene que serrevisitadosde vez en cuando. DesdeJosé Antonio MeadehastaAndrés López Obradorhan hecho uso de su historia, no siempre con el mejor de los resultados o como muestra del peor escenario que México puede vivir en unacontienda electoral.
Para los más escépticos, Colosio Murrieta también encarna el momento en que elaspirante presidencialgeneró más dudas de sudesempeñocomo opción electoral. De su ideario, lo que más se recuerda es su discurso del 6 de marzo de 1994 por elaniversariodel PRI donde lanzó la frase “Yo veo a un México con hambre y sed de justicia”; frase demoledora en ese momento ante la narrativa oficial deCarlos Salinas de Gortaride haber hecho cambios en el país que nos encaminaban al primer mundo.
Para los analistas de aquella época, y todavía quienes revisan los sucesos previos y posteriores, el discurso de Colosio significaba “el rompimiento” y “la liberación” del aspirante presidencial frente al que lo nominó: condición esencial para laconsolidacióndel poder emergente. Pero eso se frustró completamente: el entorno político y social no ayudó al sonorense a “despegar”, a ser referente y solo la inusual tragedia delmagnicidiopermitió al PRI encarrilarse a una victoria electoral frente a una creciente oposición.
El nombre Colosio también es referencia en la oposición y lo intenta ser frente a la “generación millennial”. Con un discreción que muchos agradecen,Luis Donaldo Colosio Riojasse postula como precandidato externo por el Distrito 18 de Nuevo Léon, enMovimiento Ciudadano(MC); en entrevistas revela que apenas a sus 32 años tuvo que vencer su aversión a la política y lo consiguió “motivado por elhartazgode una situación que no mejora”. Lo cierto es que apenas estamos viendo el regreso activo del apellido Colosio a la política mexicana.