La Mayoría legislativa que se construyó a la sombra de Andrés Manuel López Obrador en Sinaloa, se está desbaratando en las manos de Graciela Domínguez Nava que otra vez dio muestra de no poder con el liderazgo de su fracción en el Congreso del Estado, donde volvió a perder la última gran batalla por lograr el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo en Sinaloa.
De los 20 votos en contra de su proyecto de reforma, seis fueron de los diputados de su misma fracción y dos de su misma coalición, en este caso del PT con quien fue juntos en las pasadas elecciones en Sinaloa cuando arrasaron en 24 distritos y las cuatro principales alcaldías de Sinaloa como son Mazatlán, Culiacán, Ahome y Guasave en donde gobiernan con serios problemas, sobre todo en los tres primeros donde el químico Guillermo Benitez, Jesús Estrada Ferreira y Manuel Guillermo Chapman no le han podido encontrar cuadratura al círculo y han sido más los fracasos que los aciertos los que han logrado durante su gobierno.
Esto viene a demostrar que Morena no estaba preparado para gobernar y que las gentes que se treparon en su carro lo hicieron por ambición, atraídos por la personalidad y el arrastre de Andrés Manuel que arrasó con todas las pretenciones de los tradicionales partidos políticos de México.
En el caso del Congreso del Estado de Sinaloa donde se construyó una sólida mayoría con gente que sin siquiera soñó con ser algún día diputados, no se de quien sería la culpa pero quien lo haya hecho se equivocó rotundamente con darle el liderazgo de esa fracción a la diputada Domínguez Nava quien no ha podido construir acuerdos ni siquiera al interior de su misma fracción, de tal suerte que en los últimos meses ha tenido serias dificultades para lograr sacar adelante algunas iniciativas, cediendo espacios a otras corrientes que le han ganado de todas todas.
La última la relacionada con la intención de lograr en Sinaloa el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo cuando no pudo conseguir el apoyo de seis diputados de su misma bancada y dos de sus “coaligados” .
Aquí pudiera parecer que su contraparte Sergio Jacobo de la bancada del PRI le estaría ganando la batalla con más sensibilidad y trabajo parlamentario entre sus mismos compañeros o que estos, como ya lo han demostrado, estén cayendo en actos de deshonestidad y se dejen llevar por el sonido de las monedas o bien, que es la percepción general, que no hay liderazgo en la bancada de Morena.
Otra situación podría ser, que a varios diputados morenistas ya les esté ganando la ambición personal y anden pensando en el futuro de sus carreras políticas, ya sea buscando la reeleeción en sus curules o buscar alcaldías en sus municipios.
De todas formas, esto pínta de cuerpo completo, la carencia de liderazgo de la diputada Graciela Domínguez Nava.
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