Mar 29 Enero 2019 21:03
Fotos: Cuartoscuro.com, Posta.com.mx
Dos meses de la Presidencia deAndrés Manuel López Obradorhan mostrado cómo se puede afinar una estrategia de logística de un mandatario sui géneris: hizo a un lado todo un aparato construido para resguardar y facilitar lostrasladosdel jefe del Ejecutivo para asumir los problemas cotidianospara ir de un lugar a otro. El asunto no es banal pues está conectado con una intención deimagen y comunicación políticaque anunció desde que era candidato presidencial; ahora vemos que igual se traslada en unauto, en unacamionetao en unvuelo comercial.
Desde sus tiempos comojefe de gobiernodel entonces Distrito Federal, ahoraCiudad de México, marcó su estilo personal al trasladarse con un austeroSedán Tsurude la marca Nissan; en su tercer intento por buscar la presidencia ocupó unJetta de Volkswagende penúltima generación, subrayando el carácter práctico y austero de su movilidad.
Asumida la Presidencia, ese Sedán quedó como elemblemade un mandatario dispuesto a ser congruente con sus promesas y su imagen; las críticas y señalamientos por los riesgos que implica “desarmar” todo un aparato de seguridad y logística no hicieron mayor mella a grado tal que se desapareció legal y formalmente elEstado Mayor Presidencialencargado de esa tarea que en los últimos sexenios era ya calificada deparafernalia.
En paralelo se desarrolla el tema de los traslados vías aéreas. Tampoco hay cambios: aún cuando muchos lo consideraban impensable, el presidente López Obrador ha optado por ocuparvuelos comercialescomo el común de los mortales; aún y cuando ha sido elúltimo pasajeroen documentar o registrar su pase de abordar. Y todavía se ha dado tiempo de atender la solicitud de una foto a quien se lo solicite.
No se puede dejar de destacar lascrónicasque han hecho distintos medios de lo que significa para latripulacióny para lospasajerosen general viajar por algunos minutos con el presidente de la República; observar cómo revisa documentos, habla con suscolaboradoresdel evento que tendrán y en medio de todo ello, responder a las peticiones de fotografías.
Lo más reciente es confirmar unacamioneta Chevrolet Suburban, color negra, sin blindaje para losrecorridosy giras que seguirá llevando a cabo por el país; el recuento periodístico indica que el 28 de diciembre de 2018 recorrió en ella las calles deTorreón, Coahuila.
El pasado 6 de enero, también la utilizó durante su visita a Tijuana, Baja California, previo a presentar el Programa de laZona Librede la Frontera Norte; de igual manera, el 11 de enero en Tlapa, Guerrero, para llegar al arranque del programa de “Pensión para el Bienestar de lasPersonas con Discapacidad”.
La noche del 18 de enero, según refiere, ocupó ese tipo de vehículo para llegar a la zona deTlahuelilpan, Hidalgo, y así coordinar de primera mano el operativo de emergencia y atención por laexplosión del ductoque ha dejado más de un centenar de muertos. En las siguientes conferencias de prensa fue un tema que llamó la atención cómo llegó de manera tan expedita.
Todo esto ha obligado al cuerpo deAyudantíaformado de manera expresa para asistirlo a crear supropia logística, no solo por cuestiones prácticas sino por los riesgos que entraña la propia investidura presidencial. Por ejemplo, este29 de eneroal llegar al aeropuerto deSan Luis Potosípara la presentación de la canasta básica en apoyo a lascomunidades marginadassu equipo ingresó camionetas a la plataforma de la terminal para evitar tumultos: una nueva estrategia con el fin de no retrasar la llegada a los eventos.
A fin de cuentas abona a la continuidad delpersonajeque construyó López Obrador poco a poco, discurso a discurso,mitin a mitin, así como en sus redes sociales: el político que practica y predica la austeridad como una forma de ejercer el poder, sobre todo ahora en la Presidencia de la “Cuarta Transformación”.